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La clase
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La clase

Entre les murs
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2009
Contenidos D (1:17 y 1:18; 1:31:36)


Reseña:

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Dirección: Laurent Cantet
Intérpretes: François Bégaudeau, Franck Keïta, Wei Huang, Esmeralda Ouertani, Rachel Régulier, Olivier Dupeyron.
Guión: Laurent Cantet, François Bégaudeau, Robin Campillo
Fotografía: Pierre Milon
Distribuye en Cine: Golem
Duración: 124 min.
Género: Cine social, Drama

La buena educación 

    François es un joven profesor de lengua francesa en un instituto difícil; sus alumnos tienen entre 14 y 15 años. No duda en enfrentarse a Esmeralda, a Souleymane, a Khoumba y a los demás en estimulantes batallas verbales, como si la lengua estuviera en juego. Pero el aprendizaje de la democracia puede implicar auténticos riesgos... 

    "La clase" es una adaptación libre de la novela "Entre les murs". Cuenta la historia de François, un joven profesor de lengua en un instituto situado en barrio conflictivo. Laurent Cantet es el responsable de este film que los críticos han calificado como "magnífica". 

    Se ha llevó la Palma de Oro en el Festival de Cannes (la primera película francesa que se alzaba con el máximo galardón en el festival tras 21 años) y puede optar al Oscar a la mejor película extranjera. 

    El film deja atrás el sensacionalismo y utiliza el hiperrealismo, a forma de docudrama, tan de moda en los último tiempos. Cantet retrata la multirracial francesa, sin ningún tipo de juicio. Desde el primer momento, el espectador no podrá quitar sus ojos de l apantalla, en gran parte por sus grandes diálogos. 

    El marco de la acción es un instituto conflictivo de París, donde debido al multiculturalismo vigente, conviven chicas y chicos de procedencia muy diversa, África negra, el Magreb, China... 

    François es profesor de lengua, peros sus clases no se limitan a enseñar el uso correcto del francés, sino que son una continua conversación con los alumnos, donde éstos son obligados a pensar, a razonar sus ideas, a bucear por qué mantienen un determinado punto de vista. La relación no es perfecta, hay alumnos que responden mejor que otros. 

    Algunos se niegan a responder a las preguntas del profesor, pues implican darse a conocer, algo que pueden no desear hacer. Otros hacen el tonto, mantienen una actitud pasiva, se distraen... Pero ése es el reto para François, motivarles un día tras otro, tratarles con respeto. 

    Hay una decisión de que todo lo mostrado transcurra en el instituto, nada veremos de lo que pasa fuera. Y esto, lejos de escamotear el resto de la vida de los personajes, sirve para pintar mejor lo que ocurre en las clases, y la bidireccional influencia que puede tener lo que pasa dentro y fuera de ellas.

    Hay formas eficaces de enseñar cómo lo del exterior repercute en lo del interior, ya sea la anunciada expulsión de Francia del padre de Wei, un alumno chino, o el comportamiento en casa de Souleymaine, un chico sometido a un consejo disciplinario. 

    Curiosamente, no tiene uno la sensación de estar ante un film consciente y aburridamente pedagógico, sino que todo parece emocionante, muy estimulante, con lugar para las sorpresas, como esa alumna que, ante el estupor de su profesor, declara haber leído "La República" de Platón en su tiempo libre, lo que además es un homenaje a la socrática pedagogía del maestro. 

    El film contiene unas interpretaciones tremendamente naturales. Lo cierto es que el desarrollo de cada clase es atractivo, y que los chicos resultan creíbles, se abandona cualquier estereotipo, tan difícil de evitar. 

    También es un acierto mostrar la fragilidad del profesor, quien a pesar de sus buenas intenciones también puede equivocarse, o encontrarse sin respuesta ante un alumno. El reto, por supuesto, es no tirar la toalla, seguir adelante con la loable meta de formar bien a los chicos que están a su cargo. 

    Menos nítido es el fondo de la película. Con realismo, Cantet apunta muchos desafios de la enseñanza: el equilibrio entre simpatía y exigencia, la necesidad de conocer a los alumnos, la integración entre la labor educativa del colegio y la de los padres.... 

    Sin embargo, no acaba de mojarse en esos temas, ni se atreve a indagar en las causas políticas y sociales y sobre todo morales de muchos fracasos educativos, Como si hacian Diarios de la calle y La ola. Cantet incluso flirtea con una visión relavista de la ideología del género y el multiculturalismo. Estos defectos rebajan mucho la potencialidad de La clase  como testimonio pedagógico. 

    Refleja muy bien las dificultades que pueden darse en la comprensión entre personas, tanto en una sociedad multicultural como a través del cambio generacional. Esto aplicable a las dificultades semánticas, antropológicas etc. que se encuentran actualmente en la convivencia social, especialmente con los jóvenes. También a las dificultades del diálogo político en democracia. (Decine21 / La Gaceta / Almudí HM-BD)

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